miércoles, 24 de octubre de 2007

La estrategia fallida de McLaren

Se ha escrito mucho estos días sobre el Mundial de Fórmula 1, de como "han robado el Mundial a Alonso", y de cómo la ambición de Hamilton, que si se hubiera limitado a entrar cuarto en Brasil, detrás de Alonso, hubiera ganado, le ha hecho perder el Mundial por el mero hecho de no soportar llegar detrás de Alonso.
Me gustaría comentar este hecho desde el punto de vista de la estrategia (un poco más tarde de lo que quería, pues le quita frescura a la noticia, pero el trabajo es lo que tiene)
Empeceré destacando un par de reflexiones de algunos medios. Por un lado en El Mundo podíamos leer:
[McLaren] se abrasó en las guerras internas, en los mil conflictos entre sus pilotos y ante la justicia. Optó por una arriesgada política de igualdad con sus dos hombres y dejó arrebatarse la gloria en el último instante, zarandeada por el infortunio.
[...]
Felipe Massa y Kimi Raikkonen volaban al frente de la carrera con las ideas muy claras. El brasileño tendría que dejar pasar a su compañero para que éste consiguiera el Mundial de pilotos. La maniobra fue discreta, sutil. No hizo falta que el primero frenara con descaro, como hizo Rubens Barrichello en Austria en 2002 para permitir que Michael Schumacher cruzara la meta como ganador. Ambos coches rojos se mantuvieron siempre a la distancia adecuada.
El titular de la noticia lo dice todo La 'guerra de McLaren' hace campeón a Raikkonen. En otro artículo Alonso dice: 'No creo que el título se haya perdido aquí'
El campeón quiso dar las gracias a sus mecánicos por la buena labor realizada durante la temporada, que concluyó con "los dos títulos, el de constructores y el de pilotos" que demuestra el "buen trabajo del equipo" fundamental para la
conquista del Mundial. "Durante toda la temporada no hemos estado delante, pero
siempre hemos estado unidos mantenido la fe en remontar y al final ha tenido su
recompensa", afirmó.
Del primer artículo quiero destacar el comentario de que "McLaren optó por una arriesgada política de igualdad con sus dos hombres" y que "Felipe Massa y Kimi Raikkonen volaban al frente de la carrera con las ideas muy claras. El brasileño tendría que dejar pasar a su compañero para que éste consiguiera el Mundial de pilotos", y del segundo la frase "buen trabajo del equipo", pues resume, en mi opinión, el error de estrategia de McLaren y el éxito de Ferrari.
Por un lado, Ron Dennis ha demostrado no solo tener un error de estrategia (algo común, por otro lado, en el mundo de la empresa, y que le puede pasar a cualquiera), sino tener un problema de gestión empresarial, al eludir la toma de decisiones sobre que piloto lideraría la escudería, lo que ha alimentado una competencia entre ambos pilotos, que ha provocado una falta de sinergia entre los miembros del equipo, y una falta de colaboración, que desafortunadamente tanto vemos en el mundo de la empresa. La falta de visión, de liderazgo claro, de apoyo unánime a un miembro del equipo (ojo, que podía haber sido de Alonso a Hamilton, porque no) les ha llevado al fracaso.
Hechos parecidos, insisto, los vemos en la empresa, cuando, por ejemplo, se fomenta una competencia insana entre jefes de proyecto que aspiran a un ascenso, y acaba provocando un clima de ocultación de información, de falta de colaboración en los proyectos, que redunda en problemas en estos mismos proyectos, en otras palabras, que se nos adelanté el tercero y nos gané un mundial que se suponía sentenciado de antemano.
Por contra Ferrari lo tenía claro. Massa debía dejar pasar a Kimi, y lo hizo con elegancia, y eso en su propia casa. Su triunfo, admiten, se debe al trabajo en equipo. En McLaren, por contra, no solo no ha habido equipo, sino que la competencia se ha hecho no contra los de fuera, sino contra los de la casa. El efecto que tiene esta estrategia lo hemos visto este domingo. Espero que muchos líderes tóxicos saquen alguna lección en claro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

En mi opinión si Ron Dennis, hubiera puesto orden, desde un principio y hubiera dejado claro tanto a Alonso, como a Hamilton, que estaban en McLaren y como debían hacer las cosas (es decir haber cortado de raíz las tiranteces, sobre todo de cara al publico) yo creo que las cosas habrían sido diferentes... ya que me parece vergonzosa la temporada de McLaren, con un escándalo detrás de otro :(

Anónimo dijo...

Desde mi punto de vista la clave en los dos ejemplos que mencionas (McLaren y los jefes de proyecto de una empresa) está en no consiguen que los miembro del equipo se alineen en busca de un objetivo común.

Recuerdo una escena de la película una mente maravillosa en la que el protagonista explica su teoría con un ejemplo muy gráfico. Básicamente eran tres amigos en un pub y entraban tres chicas, una de ellas notablemente más guapa que las otras dos. Su teoría era que si los tres amigos trataban de ligarse a la chica guapa tendrían que competir entre ellos y probablemente ninguno de ellos saldría victorioso (sus amigas se acabarían aburriendo y las tres se acabarían marchando). Sin embargo si los tres amigos se ponían de acuerdo y se repartían las chicas las probabilidades de que los tres acabasen conquistando cada uno a su chica eran mucho mayores y por tanto todos acabarían ganando, aunque uno, el que conquistase a la chica guapa, acabase ganando más que los demás.

Desde mi punto de vista dos son las motivaciones que hacen de una persona una buena “jugadora de equipo”. O bien su realización (personal, económica, etc) llega por la tarea que tiene en el equipo, a mi me gusta una chica que no es la más guapa por lo que no tendré problemas en el reparto. O bien la persona entiende que su beneficio es mayor si trabaja en pos del objetivo final del equipo, es decir, aunque yo prefiero ligarme a la más guapa entiendo que saldré más beneficiado si trabajo en equipo y me conformo con otra de las chicas.

En el caso de la persona que no quiere renunciar a sus objetivos personales (caso de Fernando Alonso) sólo será buena jugadora de equipo cuando los objetivos del equipo coincidan plenamente con los suyos (como cuando estaba en Renault).

Sea como sea, en los dos ejemplos que mencionas (McLaren y los jefes de proyecto de una empresa) tiene razón Oscar (ese colega) en su conclusión. La culpa (al menos no toda la culpa) no es de los miembros del equipo. La culpa es del responsable del equipo que no supo transmitir a los miembros de su equipo cual era el objetivo común por el cual merecía la pena trabajar, ese objetivo que es el más rentable para todos aunque eso significase que uno no va a ser el campeón del mundo, no va a conseguir un ascenso o no va a ligarse a la más guapa.

Jose Ramón Romero Roldán dijo...

totalmente de acuerdo con los dos, es un tema de mala estragia por un lado y de falta de gestión por parte de la dirección del equipo. Como la vida (empresa) misma